Estas bolsas de organza blancas de 22x17 cm tienen ese algo especial que las hace irresistibles cuando se trata de preparar detalles para eventos. No es sólo por su tamaño generoso, que da bastante juego, sino también por la textura ligera, casi etérea, del tejido. Tienen ese punto entre sencillo y elegante que encaja igual de bien en una boda rural que en un bautizo clásico o incluso para un packaging bonito en eventos de empresa.
El tacto de la organza es suave pero consistente, no se deshilacha con facilidad y el cierre de cordón viene bien rematado, lo cual se agradece cuando llevas un buen rato preparando bolsas. Se nota que están bien hechas. Vienen en pack de tres, lo que resulta práctico para quienes quieren probar sin comprometerse con grandes cantidades.
Ideas reales para usar estas bolsas de organza blancas 22x17 cm
Piénsalo: caben perfectamente jabones artesanales, velitas, dulces, incluso detalles más voluminosos como pequeños frascos o miniaturas personalizadas. Si...
Estas bolsas de organza blancas de 22x17 cm tienen ese algo especial que las hace irresistibles cuando se trata de preparar detalles para eventos. No es sólo por su tamaño generoso, que da bastante juego, sino también por la textura ligera, casi etérea, del tejido. Tienen ese punto entre sencillo y elegante que encaja igual de bien en una boda rural que en un bautizo clásico o incluso para un packaging bonito en eventos de empresa.
El tacto de la organza es suave pero consistente, no se deshilacha con facilidad y el cierre de cordón viene bien rematado, lo cual se agradece cuando llevas un buen rato preparando bolsas. Se nota que están bien hechas. Vienen en pack de tres, lo que resulta práctico para quienes quieren probar sin comprometerse con grandes cantidades.
Ideas reales para usar estas bolsas de organza blancas 22x17 cm
Piénsalo: caben perfectamente jabones artesanales, velitas, dulces, incluso detalles más voluminosos como pequeños frascos o miniaturas personalizadas. Si te dedicas a montar detalles para invitados (o si estás en plena preparación de tu boda, comunión o evento), este tamaño va genial para combinarlos con etiquetas, pegatinas o incluso flores secas, sin que el resultado quede recargado.
Y algo que suele pasarse por alto: son reutilizables. Muchas invitadas las guardan luego para guardar pulseras, clips o cositas pequeñas en casa. Esa reutilización también habla bien del recuerdo que se llevan.